En el mundo emprendedor en México, donde la creatividad y la innovación son vitales, existe una fuerza sigilosa que amenaza con aplastar y desaparecer el espíritu emprendedor: la burocracia.

Siendo el principal motivo del no retorno del ROI (retorno de la inversión) que trae consecuencias terribles como costos financieros y reducción de flujo de trabajo, impactando de manera considerable en la capacidad de captar capital nuevo.

Aunque puede parecer un obstáculo menor, la realidad es que la burocracia en México se convierte en una carga pesada y paralizante para los empresarios, frenando su crecimiento y limitando su capacidad de acción.

Te imaginas tener una empresa de construcción pequeña y que requieres para iniciar una licencia municipal de construcción, la cual tienes que tener en tus manos para poder captar capital bancario para completar el inicio de tu obra, está se tarda más de 20 días hábiles en llegar por trámites, peticiones o correcciones que te solicitan las dependencias las cuales no fueron claras desde un único, para entonces ya transcurrieron 30 días. Por fin la tienes y en lo que tramitas el crédito en el banco que también tiene burocracia transcurren otros 30 días. Entonces ya llevas 60 días transcurridos y tú habías invertido tu capital de trabajo inicial en el proyecto esperando recuperarlo rápido para continuar tu obra. Pero ese capital solo era para para un mes de trabajo, por lo cual adquieres captación de capital emergente el cual es caro para poder continuar y no frenar tu obra lo cual impacta de manera directa en tu carga financiera. Esto como resultado impacta de manera significativa tu utilidad y en el mejor de los casos no pierdes dinero. Esto solo es una dependencia pero si tu empresa o emprendimiento requieren de otras dependencias como el IMSS, SAT, INFONAVIT, FOVISSSTE, estudios de Impacto ambiental, permisos estatales etc. tus retrasos en tramitologías pueden llegar a ser de hasta ¡4 meses en un solo proyecto!

Puntos claves que afectan tu operación:

El laberinto de trámites y regulaciones:
La burocracia se manifiesta a través de un complejo laberinto de trámites y regulaciones que los empresarios deben enfrentar. Desde la obtención de licencias y permisos hasta el cumplimiento de regulaciones fiscales y laborales, cada paso se convierte en un desafío burocrático que consume tiempo y recursos valiosos. Esta sobrecarga administrativa desvía la atención de los empresarios lejos de su verdadero objetivo: hacer crecer sus negocios.

La rigidez que sofoca la innovación:
La burocracia está estrechamente ligada a la rigidez y la resistencia al cambio. Los procedimientos y protocolos establecidos pueden obstaculizar la capacidad de los empresarios para innovar y adaptarse rápidamente a un entorno empresarial en constante evolución. La necesidad de seguir estrictamente las reglas puede sofocar la creatividad y limitar las oportunidades de crecimiento y expansión.

La carga financiera y la desigualdad:
Para muchos empresarios, cumplir con los requisitos burocráticos implica una carga financiera significativa. Los costos asociados con la contratación de personal adicional, el pago de impuestos y las multas por incumplimiento pueden ser desalentadores, especialmente para las pequeñas empresas y los emprendedores de escasos recursos. Esto crea una desigualdad en el acceso al mercado, ya que aquellos con menos recursos se ven aún más afectados por la burocracia.

El tiempo perdido en trámites innecesarios:
La burocracia también se caracteriza por la cantidad de tiempo perdido en trámites innecesarios. Los empresarios se ven obligados a dedicar horas interminables a llenar formularios, recopilar documentos y esperar respuestas de las entidades gubernamentales. Este tiempo desperdiciado podría haberse utilizado para desarrollar estrategias comerciales, establecer contactos o mejorar productos y servicios.

Conclusión:

Como ya se mencionó uno de los principales
La burocracia es un enemigo silencioso que acecha a los empresarios, socavando su espíritu emprendedor y frenando su crecimiento. Para proteger el futuro de los emprendedores y fomentar la innovación, es crucial encontrar formas de simplificar los procesos burocráticos y eliminar barreras innecesarias. Al reducir la carga administrativa y promover la agilidad empresarial, podemos liberar el potencial emprendedor y asegurar que las empresas prosperen en un entorno dinámico y competitivo.

Esto solo se logrará con una regulación que afecte en la misma proporción económica a la dependencia o entidad que frena tu proyecto, con una iniciativa de ley que sancione en dinero a favor del tramitador ya sea a nivel municipal, estatal y Federal a toda aquella institución que no de su positivo en 3 días hábiles como máximo y remueva gente que retrasa los trámites ya que el tiempo es dinero y al querer regular todo la burocracia se convierte en corrupción que de esa hablaremos en otra entrada.